Praga en 2 días
Fin de semana en Praga con $60 USD.
Día 1
Una de las mejores formas de viajar en Europa, si quieres ahorrar un poco, es de noche, usando los trenes y autobuses nocturnos. Es una táctica muy conveniente, ya que te ahorras una noche de hospedaje, además, por lo general siempre son más baratos.
Así, yo tomé un Flixbus de Cracovia a Praga, un viaje de aproximadamente 7 horas, traté de dormir lo mejor que pude y a las 6 de la mañana ya estaba en la estación de Praga.
Hacía frío, así que tomé el metro con dirección al centro, y busqué un lugar para calentarme y desayunar algo. Nuevamente el elegido fue McDonald ‘s, ya que a esa hora no había mucho más abierto, y por 130 coronas checas tuve un desayuno de campeones, café incluido.
Al salir del restaurante, la primera vista de la ciudad que pude ver fue el bellísimo Museo Nacional de Praga, que está ubicado al fondo de la avenida Vaclavské, una espectacular avenida con edificios monumentales y elegantes a ambos lados, seguir caminando por ella es la mejor forma de llegar al Centro Histórico.
De allí hay muchos puntos a dónde ir, pero por conveniencia elegí visitar el Vysehrad, que es una antigua fortaleza con grandes murallas, que contiene edificios medievales, cómo una basílica , además, al estar en lo alto de una colina, tiene vistas inmejorables de la ciudad, la mejor recomendación ahí es rodear todo el borde de la fortaleza, pudiendo disfrutar de vistas a 360 grados de la ciudad, desde sus modernos rascacielos, vistas al río de fantasía y principalmente, los hermosos tejados rojos de Praga.
Desde ahí, lo que siguió fue caminar toda la rivera del río, que es una de las mejores en Praga, porque puedes admirar la espectacular arquitectura en todo su esplendor, con el toque especial que le da el río, con gente pescando en el y con los barcos y cisnes pasando por el.
De camino al centro histórico, me encontré con un ícono de Praga: La Casa Danzante, un curioso edificio que contrasta enormemente con la arquitectura de sus alrededores, yo no contaba con encontrarlo, pero me sorprendió gratamente, a pesar de ser tan diferente, resalta la belleza del lugar. Así que a tomar unas cuantas fotos y a seguir la caminata.
Si hay algo que hace que la belleza de Praga destaque frente a otras ciudades es el río Moldova y los elegantes puentes que conectan las dos riberas, desde ellos tienes las mejores vistas de la ciudad. El más famoso es el Charles Bridge, que conecta directamente el castillo, con torres medievales a ambos extremos y con estatuas a ambos lados, durante todo el recorrido.
Para mí gusto, el Charles Bridge es bellísimo, pero desafortunadamente para el resto también, así que a menos de que llegues muy temprano, siempre vas a encontrarlo atascado de turistas.
Por ello, yo me dirigí en su lugar al Puente de las Legiones, un puente imponente que se encuentra justo enfrente del Teatro Nacional, un majestuoso complejo, dedicado al ballet y la Ópera, y que también destaca por ser muy fotogénico.
Del puente se obtienen excelentes postales de la ciudad, con el plus de que puedes contemplar los clásicos tranvías de Praga pasando por el, e incluirlos en la foto. En la parte media hay unas escaleras que puedes tomar para bajar a la isla sobre la que el puente se apoya, que es un parque perfecto para relajarse un rato. Yo había llevado un par de bocadillos, así que aproveché el momento para almorzar y contemplar la hermosura de la vista.
El río Moldova está lleno de vida, peces, patos, y esta isla concreta, está llena de Nutrias, animales muy graciosos que son una atracción turística en sí misma. Es divertido observarlas nadando, consiguiendo comida y caminando por ahí.
Así después de almorzar y tomar una buena cantidad de fotos, me dirigí al Puente Charles, con dirección al castillo de Praga, que no luce exactamente como un castillo de cuento de hadas, sino que más bien parece una pequeña ciudad ubicada en lo alto de una colina, por lo que hay que subir muchas escaleras, pero es una caminata muy linda, con iglesias enormes, murallas de piedra, palacios y casitas encantadoras durante todo el recorrido, al llegar a la cima, te encuentras con la basílica y el castillo propiamente dicho, además de una gran plaza, dónde puedes descansar un poco.
Después de un merecido descanso, me dispuse a perderme por los callejones de la zona, solo siguiendo la ruta más interesante a primera vista, durante ese tiempo pasé por pequeñas casas de cuento de hadas, elegantes iglesias y fragmentos de muralla, completamente recomendable.
Ya de regreso al Puente Charles, puedes apreciar excelentes vistas de la ciudad desde las alturas, además de pasar por gran cantidad de tiendas de souvenirs y restaurantes.
Comenzaba a hacerse tarde, así que me dirigí al que me habían contado, es el mejor mirador de la ciudad: el Vyhlídka na Letné, que está ubicado en un parque en una colina, dónde los locales van a caminar y ejercitarse, y que te da la vista más bonita hacia el mayor atractivo de Praga: sus puentes.
Contemplar el atardecer desde ahí fue todo un privilegio, puedes ver cómo se encienden poco a poco los faroles de la ciudad, y el río es atravesado por puntos de luz. Es simplemente mágico.
A continuación, me dirigí al Barrio Viejo de la ciudad, llegué justo a tiempo para ver funcionar el famoso Reloj Astronómico de Praga, que hace lo suyo cada hora.
Y después de un recorrido rápido por la plaza principal de la ciudad, me fui a un supermercado local, donde compré algo de fruta, leche, jamón, pan y pasta.
De ahí solo caminé a mi hostal, ubicado en el casco antiguo, preparé rápidamente pasta y un sándwich. Así que después de cenar, me lancé a la cama, había sido un buen día, y esperaba que el siguiente lo fuera también.
Día 2
Al siguiente día me levanté algo tarde, desayuné, conocí a algunos viajeros amigables y salí para la siguiente aventura.
Praga está llena de colinas, que son parte de su encanto, por ello, esa mañana elegí ir a la colina Petrin, que se encuentra muy cercana al Casco Antiguo, solía ser una fortaleza, y ahora está convertida en un enorme parque, con un gran número de atracciones, así que vale la pena dedicarse a vagar por todo el lugar.
Durante todo el recorrido por la falda de la colina tienes vistas a los bellos tejados rojos de Praga, y también pasas por murallas medievales, jardines, torres, formaciones rocosas, hay mucho que ver, fácilmente se le podría dedicar un día, pero los rincones más interesantes son:
La Hunger Wall, es una sólida muralla de piedra, hecha para proteger el castillo de Praga durante la Edad Media.
Torre Petrin: es “la Torre Eiffel de Praga”, mucho más pequeña que la de París, pero da para buenas fotos, además, tiene un mirador con costo adicional en la parte superior, que según lo que escuché, no vale demasiado la pena.
Siguiendo la travesía por la colina sigues encontrando incontables jardines y miradores de la ciudad, dónde puedes parar a descansar y admirar el paisaje.
Yo terminé mi visita a este parque en el jardín del seminario, que está lleno de árboles frutales, que en el momento estaban llenos de flores, perfectos para hermosas fotos.
El jardín está cuesta abajo, con senderos y césped, que invita a sentarse a descansar, tal vez comer algo, o leer un buen libro. Las vistas de la ciudad entre las flores es una de las más lindas.
Regresando al Casco Antiguo, me dirigí a la isla de Kampa, que es un parque ubicado entre la isla que forman el Río Moldava y el canal Certovka, que solía ser utilizado para mover molinos de agua. Existe solo uno en la actualidad, que te transporta a los cuentos de los Hermanos Grimm.
El hambre llegó, con el momento de probar auténtica comida Checa, así que me dirigí a un lugar que es recomendado para hacerlo con bajo presupuesto, el Havelska Koruna, donde ordené un plato de Goulash y dumplings de papa, que sirve porciones generosas y que estuvo a la altura de las expectativas.
Para el postre compré uno de los famosos Trdelnik, un pan hueco, sabor canela relleno de helado de vainilla, que me supo a gloria.
Las horas siguientes las dediqué a pasear por el Nove Mesto o Ciudad Nueva, ahí te encuentras con enormes y elegantes construcciones de estilo art nouveau, muchos de ellos hoteles, así como plazas y ¡claro! un montón de iglesias.
De ahí una buena idea es pasar por la Torre de la Pólvora, una enorme torre gótica, con acceso al Casco Antiguo, ya que era una de las puertas originales que daban acceso a la ciudad, fue usada como almacén de pólvora durante el siglo XVII, de ahí el nombre, y que es una visita obligada por Praga, como uno de sus puntos más emblemáticos.
Una vez en el Casco Antiguo, se puede dedicar un buen rato recorriendo los callejones de este, y en la plaza Principal, tomar fotos de la imponente iglesia de Tyn, con sus enormes torres rematadas con picos, un aspecto interesante de esta es que la fachada está completamente cubierta por diferentes edificios.
Ya para terminar la visita, decidí volver al Puente Charles a contemplar el atardecer, uno de los mayores atractivos en Praga, el ambiente se vuelve mágico, a pesar de la gran cantidad de turistas, y la ciudad poco a poco se hunde en la oscuridad, que inmediatamente es contrarrestada por una gran cantidad de faroles de luz cálida, que iluminan todo.
Después de este hermoso espectáculo, me dirigí caminando a la estación de Autobuses Florenc, aproveché para disfrutar mi tiempo restante por la ciudad, y conocer el lado más local, con personas haciendo sus compras rutinarias, ejercitándose o solo caminando de regreso a casa.
Después de veinticinco minutos, llegué a la estación. Tiempo de agradecer y de partir al siguiente destino.
Resumen de Gastos en la ciudad
Comida
- Mc Desayuno 100 kč ($4.60 USD)
- Supermercado 135 kč ($6.30 USD)
- Plato de Goulash 155 kč ($7 USD)
- Trdelnik 120 kč ($5.5 USD)
Alojamiento
- 1 noche 220 kč ($10 USD)
Transporte
- Un trayecto en metro 30 kč ($1.40 USD)
Total 760 kč ($35.5 USD, $650 MXN)
Adicional: Transporte desde Cracovia
23 USD redondo
Consejos finales
El puente Charles es espectacular, pero siempre está hasta el tope de turistas, hay otros puentes con vistas igual de espectaculares que puedes usar como base para tomar excelentes fotos.
En Praga hay una gran cantidad de colinas, trata de visitar varias de ellas, para no perderte de las mejores vistas de la ciudad.
El espacio con las mayores atracciones turísticas en Praga es bastante compacto, así que es muy fácil caminar a todos lados, por ello: camina y camina, tal vez de pronto te encuentres con algún bello rincón solo para tí.
Praga es la clásica ciudad medieval de postal, y da para muchas fotos, los mejores lugares para excelentes fotos son la Vyhlidka na Letné, Vyhlidková Terasa, el Puente de las Legiones y el Puente de Manes.