Fin de semana en Londres con bajo presupuesto

Tres días en Londres con $113 USD.

Día 1

Todo comenzó un viernes a las 6 de la mañana, con un vuelo de EasyJet directo de Cracovia a Londres.

Los vuelos de bajo costo normalmente llegan a aeropuertos secundarios, que quedan lejos de la ciudad, el mío llegó al aeropuerto de London-Luton, de ahí es necesario tomar un tren o bus hasta el centro de Londres, existen múltiples opciones, yo usé los buses de National Express, que por 18 libras te dan derecho a un viaje de ida y vuelta.

El trayecto es de una hora, y todo el tiempo cuentas con unas vistas preciosas, donde atraviesas toda la ciudad de Londres y puedes sentir esa emoción de poco a poco ir adentrándose en la capital del que fue el imperio más poderoso del mundo, con sus encantadores edificios de ladrillo rojo, los distintivos autobuses rojos y ¿Cómo no? las icónicas cabinas telefónicas. Pasas por el famoso Hyde Park, contemplas el Arco del Triunfo, y el bus atraviesa también la célebre Baker Street, la calle de Sherlock Holmes.

Cada esquina que pasa el bus es un deleite a la vista, tanto, que el viaje se hace corto y cuando menos te das cuenta, ya estás en la Estación Victoria, en el corazón de Londres.

De la Victoria, fácilmente puedes caminar al palacio de Buckingham, es un trayecto de 10 minutos, pero, si el hambre aprieta puedes buscar un lugar donde comer, Londres es caro, pero existen también opciones de bajo presupuesto, yo opté por el clásico combo Big Mac de McDonalds, que por 6 £, te quita el hambre y no demasiado dinero.

Después de satisfacer el hambre, llegó el momento de conocer el majestuoso palacio de Buckingham, así que después de una breve caminata, se llega a sus puertas, que están cerradas normalmente, pero aún así, lo que puedes contemplar detrás de las rejas es la postal clásica, están los guardias con sus famosos uniformes y la fuente del Victoria Memorial, que honra a la reina que le dio nombre a la época más importante para el Reino Unido. Para disfrutar el palacio y sus exteriores no es necesario pagar por la entrada, así tendrás más tiempo de visitar otros lugares interesantes.

El famoso cambio de guardia del palacio es a las 11 am, yo llegué un poco tarde para eso, aún así, el palacio está rodeado de jardines, donde te puedes perder un rato antes de continuar con la travesía.

Del Palacio de Buckingham, el Big Ben queda a aproximadamente 15 minutos a pie, durante el trayecto pasas por más jardines, palacios y cabinas telefónicas londinenses, perfectas para fotos muy instagrameables. 

Llegando al Big Ben te encuentras con la abadía de Westminster, donde son sepultadas las grandes personalidades británicas, el Jardín del Parlamento, la Torre de las Joyas, el London Eye, entre muchos otros lugares remarcables.

El Big Ben, por sí solo es impresionante, pero dado que solo es la torre del Reloj del Palacio del Parlamento, y está ubicado en la rivera del río Támesis, en conjunto se vuelve mucho más asombroso, la mejor ubicación para observar y tomar fotos de la imponente arquitectura neo-gótica se accede caminando hacia el lado opuesto por el puente de Westminster, donde podrías estar horas solo admirando la belleza del cuadro.

Yo me dirigí a continuación al Puente Golden Jubilee, que es un precioso puente atirantado, de donde obtienes las mejores vistas hacia el London Eye y el Big Ben, ahí le puedes pedir una foto a cualquier alma caritativa que vaya pasando, y listo, ya puedes presumir el viaje.

De ahí lo más lógico fue ir a Trafalgar Square , a solo ocho minutos a pie, en esta plaza se registra un suceso importantísimo en la historia británica: la derrota de la escuadra de Napoleón a manos de Nelson, el gran almirante. Aquí es un lugar inmejorable para observar el bullicio de Londres, para después dirigirme a Picadilly Circus, el “Times Square de Londres”, ya que al igual que esta plaza de Nueva York, está cubierto de enormes pantallas con publicidad, que aunque es menos impresionante, es mucho más elegante que su equivalente estadounidense, en mi opinión.

Ese día terminó con una caminata de 2 km desde Piccadilly Circus hasta mi Hostal, Prime BackPackers, ubicado en el barrio Angel.

Los hostales son lugares muy interesantes, ya que por un precio reducido, te permiten dormir cómodamente, con el plus de conocer viajeros de todo el mundo y tener acceso a cocinas equipadas y experiencias extras, en mi caso, una viajera argentina dio un delicioso concierto gratis de violín para todos los huéspedes.

El precio por noche, fue de aproximadamente 32 £, un regalo comparado con hoteles normales.

El hambre apretaba, así que me fui al Sainsburys, un supermercado local, compré una pizza lista para hornear, manzanas, pan y leche, todo por 7.5£.

Pizza recién horneada, un vaso de leche con pan y a dormir ¿Quién necesita una cena extra lujosa?

Día 2

El día siguiente comenzó con una visita a la estación de tren King ‘s Cross, famosa por ser escenario de muchas películas y libros, entre ellas Harry Potter, así que no puede faltar la visita al andén 9 ³/4 y la foto para mandar a los amigos.

En Londres abundan los tours guiados, generalmente por una tarifa fija, pero una muy buena opción para ahorrar un poco son los Free Walking Tours, donde se tiene un guía que te lleva caminando por distintos lugares y te cuenta sus historias, de su desempeño (y de tu presupuesto) depende la propina que se le da al final.

Yo reservé uno llamado “En los pasos de Sherlock Holmes”, pero abundan los tours con distintos enfoques, desde históricos, hasta los de James Bond.

Personalmente, a mí no me encantó el tour, ya que se enfocó demasiado en la serie de Benedict Cumberbatch, dejando un poco de lado los libros, aún así, fue interesante.

En lo que llegaba la hora de la reunión para el tour me dediqué a vagar por las calles menos transitadas de Londres. Gran acierto.

En general, si vas a los lugares turísticos en horas habituales, te encontrarás con que están completamente llenos de gente buscando hacerse fotos, por lo cual podrías ir muy temprano, o dedicar más tiempo al lado más local de Londres, que también ofrece muchísimo.

Eso sí, si quieres realmente conocer Londres y tienes buenas piernas, te recomiendo caminar, Londres es una ciudad muy amigable para los peatones, fuera de eso, cada rincón tiene magia, y experimentas los sonidos, olores y vistas de un modo que no podrías hacerlo si viajas de otro modo y te da tiempo para congelarte por un momento y apreciar la escena que tienes frente a ti.

Fuera del glamour de Piccadilly Circus y Trafalgar Square, Londres tiene rincones realmente encantadores, que te permiten sentirte en un libro o una película, hay multitud de pequeños parques con asientos donde puedes sentarte a contemplar los bloques de edificios de ladrillo rojo que están alrededor, y donde la vida de la gran ciudad pasa a un ritmo mucho más lento.

Así que si tienes suficiente tiempo y valor un gran consejo es: camina, camina y camina, y piérdete por las calles.

Después de esa importante aclaración, continuemos con el recorrido, directo a la catedral de St Paul, que es una de las más grandes del mundo y absolutamente majestuosa, la entrada es gratuita, solo al lugar de oración, si deseas dar un paseo más completo, este tiene costo extra.

La Torre de Londres y el Tower Bridge quedan muy cerca, es una caminata por la rivera del río Támesis, dónde puedes observar los caprichosos rascacielos de Londres.

Al ver la torre de Londres te imaginas caballeros con armaduras, festines y reyes y reinas medievales, y te das una buena idea de la edad de la ciudad, es una estructura sorprendente, que refleja fuerza y poder.

La entrada cuesta alrededor de 30£, y seguramente vale la pena, pero por lo limitado del tiempo, continuemos al Tower Bridge.

Este famoso puente es el más ostentoso que he visto en la vida, pero supongo que ese fue el punto al construirlo. Caminar por él, o mejor aún, contemplarlo desde la rivera opuesta del río es siempre una buena idea, además de que es un excelente lugar para tomar fotos.

Recordando lo de la comida, ese día llevé conmigo un par de sandwiches y manzanas que, con la belleza de la vista, supieron mejor que el caviar.

Después de apreciarlo y tomar las fotos necesarias,  llegó el momento de despedirse de él, y caminar toda la rivera del Támesis, hasta el Palacio de Westminster, poco más de dos kilómetros. Durante la caminata me sorprendió la lluvia, así me tocó conocer la faceta nublada y lluviosa de la ciudad, con la ayuda de un paraguas para la ocasión especial. 

Cruzar al lado del Big Ben fue cuestión de minutos, para después abordar uno de los famosos autobuses rojos directo a mi hostal, para mejores vistas, es recomendable subir al segundo piso.

Cena ligera de la pizza que sobró la noche anterior y a dormir largo y tendido.

Día 3

Claro que hay que disfrutar, pero también es necesario descansar, así, el último día me levanté tarde, esa mañana el hostal ofrecía pancakes gratis, así que fue un rico desayuno.

Después, a recoger las cosas y hacer el check out, me pasé buena parte de la mañana perdido por las calles de los barrios aledaños; almorcé un par de burritos en Pret a Manger, una cadena de comida saludable por precios accesibles.

La siguiente y última parada importante fue el Museo Británico, que, a pesar de la polémica de si sus posesiones son legítimas o no, es una joya  para los amantes de la historia. 

Sencillamente es abrumador tener tanta historia y tantas culturas al alcance de la mano, desde el imperio persa, azteca, las momias egipcias, la piedra de Rosetta, la antigua Grecia y Roma; la variedad es enorme y la impresión fue tal que yo terminé bastante mareado de la experiencia.

El mareo vale la pena, el museo da para varios días y es completamente gratuito, pero en cuatro horas alcancé a ver lo esencial, así que fue el momento de salir y tomar una caminata para despejarse.

Mi vuelo de regreso salía el día siguiente en la madrugada, así que no vi la necesidad de pagar por una noche más, para aprovechar el tiempo me lancé una vez más al Palacio de Westminster y los jardines que están a su alrededor, dónde se disfruta de una vista genial del río.

En ese transcurso conocí a una compatriota, y hasta resultó que teníamos amigos en común, (¡qué pequeño es el mundo!) y así pasó el tiempo, contemplando el anochecer en esta imponente ciudad.

Y así finalmente llegó la despedida, de la estación Victoria tomé el bus de regreso, pasando por los mismos lugares, pero ahora con recuerdos de varios de ellos.

Me sentí muy agradecido.

El aeropuerto estaba abarrotado, pero buscando fácilmente encontré un rincón desocupado, y a intentar dormir.

Llegó la hora del vuelo, a caminar y abordar el avión, se terminó el viaje, pero se concretó el sueño.

Adiós Londres, está no será la última vez.

Resumen de Gastos

Comida

• Big Mac 7£
• Supermercado 7.5 £
• Pret a Manger(burritos) 3£

Alojamiento

• 2 noches(32£ cada una) 64£

Transporte y actividades

• Dos trayectos en bus 2.75£
• Walking Tour 8£

Total 92.25£ ($113 USD, $2050 MXN)

Consejos finales

Camina, camina y camina, es la mejor forma de conocer Londres como un local.

Visita los lugares turísticos, pero escápate de ellos por un momento, pierdéte por las calles y descubre la otra cara de la ciudad.

Londres es caro, trata de cocinar, o busca opciones económicas como Pret a Manger.

Los mejores lugares para tomar fotos icónicas de Londres son Potter Fields Park, Westminster Bridge y Golden Jubilee Bridge.